La cirugía estética, solo con especialistas

Las operaciones de cirugía estética solo pueden ser realizadas por médicos especialistas

A partir de ahora, las intervenciones quirúrgicas por motivos cosméticos solo podrán ser realizadas por especialistas en cirugía estética con titulación oficial

El Ministerio de Sanidad acaba de publicar una orden que limita la práctica de cirugía estética a aquellos profesionales médicos que cuenten con el título oficial de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética. O bien, con una especialidad quirúrgica o médico-quirúrgica en cuyo plan formativo oficial se incluya este tipo de cirugía.

El objetivo es evitar el intrusismo profesional ante el aumento reciente de centros de estética en España, parejo a la creciente demanda de estos servicios. Se calcula que la mitad de la población española se ha hecho alguna operación cosmética en el último año. Y no son solo los jóvenes; el perfil del paciente está distribuido uniformemente por grupos de edad.

Es una situación peligrosa para los pacientes que, sin saberlo, acuden a centros gestionados por profesionales sin la formación específica y la experiencia necesarias para realizar estos procedimientos con seguridad y reaccionar con eficacia en caso de complicaciones.

No más médicos de otras áreas o con cursos no homologados

El Ministerio de Sanidad acaba de modificar el decreto de 2003 sobre autorización de centros sanitarios, donde se recogen los requisitos que debe cumplir un establecimiento médico para poder ejercer su actividad. La nueva orden ministerial actualiza la definición de la unidad asistencial de cirugía estética para incluir las credenciales mínimas que el médico responsable debe tener.

El texto detalla que los tratamientos quirúrgicos de estética solamente pueden ser realizados por «un médico con la especialidad en Cirugía plástica, estética y reparadora u otra especialidad quirúrgica o médico-quirúrgica en el ámbito y competencias indicadas en el programa oficial de su especialidad».

Por lo tanto, queda prohibida la práctica de procedimientos quirúrgicos con fines cosméticos a todos aquellos profesionales que no tengan, como mínimo, un módulo formativo específico en cirugía estética como parte de una titulación oficial. Y solo podrán operar dentro de su área de especialización.

Ya no es suficiente con haber realizado un máster o un curso en estética si éste no es parte de un programa educativo certificado por el Ministerio de Educación e impartido en un centro homologado.

El boom de la cirugía estética

Los últimos datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) indican que las intervenciones de estética han aumentado un 210% en la última década.

El nuevo marco legal busca poner freno al intrusismo profesional ante la proliferación de centros de estética en España.

Una nueva orden ministerial prohíbe realizar procedimientos de cirugía estética a médicos no especialistas

El objetivo es garantizar la calidad del tratamiento y la seguridad del paciente. Se trata de evitar que se realicen procedimientos quirúrgicos sin las condiciones sanitarias necesarias o con personal no cualificado adecuadamente.

Esta situación genera un grave problema de salud pública, según llevan advirtiendo desde hace tiempo las asociaciones profesionales de medicina estética (SEME) y cirugía plástica (SECPRE).

Los graves riesgos de una cirugía estética poco profesional

Las nuevas restricciones a la práctica de cirugía estética llegan motivadas por el conocido caso de Sara Gómez. Esta joven de Murcia falleció en 2022 tras someterse a una lipoescultura practicada por un especialista en cirugía cardiovascular sin formación específica en estética.

Sin llegar a terminar en tragedia, las consecuencias de someterse a una intervención quirúrgica realizada por personal indebidamente cualificado pueden resultar graves y, en ocasiones, irreparables. Ya sea por el uso de técnicas o materiales inadecuados, o una mala ejecución del procedimiento.

La consecuencia más obvia es un resultado visual insatisfactorio debido a una mala cicatrización, incisiones incorrectas o la pobre colocación de implantes, por ejemplo. Estos errores se pueden solucionar, habitualmente, con cirugía adicional.

Un aspecto físico indeseado tiene un gran impacto psicológico, especialmente en cirugía estética facial. Daños como la lesión de tejidos circundantes o nervios pueden provocar, además, graves problemas de salud.

Por ejemplo, una mala intervención de rinoplastia puede afectar a la capacidad respiratoria, durante una liposucción se pueden perforar órganos internos y una cirugía de mama mal hecha puede causar problemas de lactancia.

Por qué se necesita personal especializado

En todo procedimiento quirúrgico se pueden producir complicaciones, y la estética no es diferente. Sin embargo, ponerse en manos de un equipo especialista en cirugía estética contribuye a minimizar el riesgo.

Un buen cirujano especializado y su equipo harán una evaluación médica completa antes de una intervención. De esta manera, pueden asegurar un diagnóstico preciso y la elección de las mejores opciones para cada paciente, así como desaconsejar la operación si el riesgo es demasiado elevado.

Además, el paciente debería recibir asesoramiento en todo momento para definir expectativas realistas y pautas de cuidados pre- y postoperatorios que garanticen un buen resultado.

Un cirujano especialista en estética tiene los conocimientos específicos y la experiencia necesaria en las técnicas y materiales concretos de su área. Esto le permite no solo reducir el riesgo de la operación, sino también reaccionar con rapidez y eficacia en caso de complicaciones.

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