Las patologías de la voz son trastornos o enfermedades que afectan a la laringe, las cuerdas vocales y la laringe, tales como:

– Laringitis.
– Faringitis.
– Disfonía y afonía.
– Parálisis de las cuerdas vocales.
– Pólipos, edemas, granulomas, papilomas, quistes y nódulos de las cuerdas vocales.
– Úlceras de contacto en las cuerdas vocales.

De todas ellas, las más comunes son las disfonías y los pólipos y los nódulos de las cuerdas vocales, que tienen su origen en un uso prolongado e intenso de la voz, generalmente asociado a determinadas profesiones (cantantes, periodistas, profesores…).

Estas patologías de la voz son lesiones benignas que afectan a las cuerdas vocales. Tanto los pólipos como los nódulos en las cuerdas vocales se forman por un sobreesfuerzo vocal que irrita las cuerdas y genera las lesiones. La principal diferencia entre los nódulos en las cuerdas vocales y los pólipos es su tamaño. Ya que los pólipos son más grandes que los nódulos. Además, los pólipos pueden crecer hasta ocupar toda la superficie de la cuerda vocal, lo que se denomina como edema de Reinke.

El edema de Reinke es una patología que se origina por una inflamación crónica de las cuerdas vocales, ya sea por un sobreesfuerzo habitual en el uso de la voz o por otros factores de riesgo como el consumo de tabaco.

Más allá de sus diferencias, el diagnóstico de los nódulos en las cuerdas vocales y los pólipos debe efectuarlo un otorrinolaringólogo especializado en esta materia que puede realizar, en primer lugar, un examen médico y una evaluación del estado de la voz del paciente. Y, posteriormente, llevar a cabo una laringoscopia para observar las lesiones que presentan las cuerdas vocales.

Los pólipos y los nódulos en las cuerdas vocales son patologías de la voz diferentes, pero con muchos aspectos en común, como sus síntomas:

– Ronquera.
– Asperidad en la voz.
– Problemas para hablar y cantar.
– Dolor de garganta.
– Sensación de atoramiento en la garganta.
– Deterioro de la escala tonal.
– Fatiga física.
– Fatiga vocal.

En caso de que una persona detecte alguno de estos síntomas debe acudir a un otorrinolaringólogo para que lo examine y, de ser necesario, le realice una laringoscopia para confirmar o descartar lesiones en las cuerdas vocales u otras patologías de la voz y comentar a tratar cualquier problema cuanto antes.

Los tratamientos diseñados por los otorrinolaringólogos se pueden complementar acudiendo a un logopeda para realizar terapias vocales. Estos especialistas ayudan a los pacientes a aprender ejercicios para recuperar las cualidades de su voz que se han visto deterioradas. Además, los logopedas enseñan a los pacientes que sufren patologías de la voz a implementar hábitos vocales saludables en su día a día.

Los tratamientos logopédicos son esenciales en el terreno de la rehabilitación, tras someterse a operaciones de pólipos o nódulos en las cuerdas vocales, así como para mitigar las consecuencias de enfermedades como la parálisis laríngea o la disfonía.

A ello debemos sumar que algunos tratamientos de la voz y el habla se pueden tratar desde el terreno de la logopedia: el tartamudeo, la dislexia, o el trastorno del lenguaje expresivo o receptivo.