El catálogo de causas y factores que pueden provocar la aparición de los acúfenos es amplio:
– Hipoacusia o deterioro de la audición.
– Lesiones en el oído interno.
– Infecciones en la vía auditiva.
– Acumulación de cerumen.
– Exposición a ruidos demasiado fuertes.
– Efectos secundarios de algunos fármacos como los antibióticos.
– Lesiones en la columna vertebral, en el cerebro o en las cervicales.
– Hipertensión arterial o problemas cardiovasculares.
– Tumores en el nervio acústico.
Por ello, es fundamental que el otorrinolaringólogo lleve a cabo una exploración detallada del paciente y realice una investigación integral de su estado de salud a través de exámenes de la audición, pruebas de diagnóstico por imágenes y análisis. A partir de ahí, se podrá realizar un tratamiento integral de los acúfenos o tinnitus.
Asimismo, en caso de que los acúfenos estén causados por otras enfermedades, es fundamental que los especialistas en el tratamiento de estas patologías participen en el diseño del tratamiento y acometan las medidas necesarias para subsanar las enfermedades subyacentes.