Otitis externa en nadadores: causas, síntomas y cómo prevenirla

La otitis externa en nadadores es mucho más que un simple dolor de oído

La otitis externa en nadadores es una infección frecuente del oído por humedad y bacterias. Explicamos sus causas, síntomas, tratamiento y medidas de prevención.

La otitis externa en nadadores, más conocida como oído del nadador, es una de esas molestias que empiezan de manera casual, casi inocente, pero que tienen el potencial de arruinar unas vacaciones, un entrenamiento o incluso una simple tarde en la piscina.

Quizás hayas escuchado alguna vez esta frase en una conversación casual con amigos o compañeros de gimnasio: «Entré a la piscina y desde entonces siento el oído tapado, me duele un montón».

Y es que esta infección es bastante habitual entre quienes practican deportes acuáticos, aunque la verdad es que cualquiera que pase mucho tiempo en el agua puede llegar a sufrirla.

A lo largo de este artículo vamos a tratar de profundizar en detalle en las principales cuestiones médicas relacionadas con esta patología. Por qué aparece, cómo reconocerla a tiempo, qué hacer si ya tienes síntomas y, lo más importante, cómo prevenirla para no dejar que un simple chapuzón se convierta en un problema.

¿Qué es la otitis externa en nadadores?

En esencia, hablamos de una inflamación e infección del conducto auditivo externo, la zona que conecta la oreja con el tímpano.

Suele ocurrir cuando el agua queda atrapada tras nadar —ya sea en la piscina, el mar o incluso después de una ducha— y ese ambiente húmedo favorece la proliferación de bacterias y hongos.

¿El resultado? Irritación, inflamación y dolor.

Aunque se le llame oído del nadador, no afecta solo a deportistas. También es frecuente en personas que usan bastoncillos con demasiada insistencia, en quienes llevan audífonos o en quienes padecen eccemas en la piel.

Eso sí, los nadadores tienen más papeletas: cada entrenamiento es un recordatorio de que el oído pasa horas en un entorno húmedo.

Y para que te hagas una idea, se estima que hasta el 10% de la población puede sufrir una otitis externa en algún momento de su vida. En quienes entrenan a diario, las cifras se disparan.

Causas más frecuentes de la otitis externa en nadadores

Entender las causas es clave para cuidarse mejor. Lo más común es que aparezca por la humedad que queda atrapada en el oído después de nadar. Ese pequeño charco interno se convierte en el lugar perfecto para que las bacterias hagan de las suyas.

Pero hay más factores: los microtraumatismos que provocan los bastoncillos o el simple acto de rascarse con el dedo, el contacto con aguas contaminadas o mal tratadas, la exposición repetida al agua día tras día y, en algunos casos, problemas de piel como eccemas o psoriasis que debilitan la barrera natural del oído.

Imagina a un adolescente que entrena natación de lunes a sábado. Entre horas de agua y pocas medidas de prevención, sus oídos están constantemente expuestos. No es raro que tarde o temprano aparezcan los primeros síntomas.

Síntomas de la otitis externa en nadadores

Los síntomas suelen aparecer poco a poco. El más característico es el dolor de oído, que muchas veces empeora al masticar o simplemente al tocar la oreja. A todo ello se suma esa incómoda sensación de tener el oído tapado, como si aún quedara agua dentro.

También pueden aparecer picor persistente, una leve pérdida de audición y, en algunos casos, secreción de líquido transparente o amarillento. Lo curioso es que al inicio puede sentirse solo como un cosquilleo tras nadar, algo que muchos ignoran. Pero cuando el dolor empieza a crecer, ya no hay duda: estamos frente a una otitis externa en nadadores que requiere atención.

Diagnóstico médico

Aquí no hay misterio: el diagnóstico lo realiza el especialista en otorrinolaringología con un otoscopio, observando el estado del conducto auditivo.

Normalmente no se necesitan más pruebas, aunque en infecciones graves o recurrentes se pueden tomar muestras para identificar la bacteria o el hongo que está detrás.

La clave es diferenciarla de otros problemas, como la otitis media o un simple tapón de cerumen. Por eso, cuanto antes se consulte, mejor. Un buen diagnóstico evita confusiones y asegura un tratamiento eficaz desde el inicio.

Tratamiento de la otitis externa en nadadores

El tratamiento de la otitis externa en nadadores depende de la intensidad de los síntomas, pero siempre debe estar supervisado por un especialista. Al igual, por ejemplo que en el tratamiento de la otitis crónica.

El punto de partida suele ser limpiar cuidadosamente el oído para retirar secreciones o restos que bloqueen el canal. Después, lo habitual es indicar gotas con antibióticos o antifúngicos, a menudo combinados con antiinflamatorios para aliviar el dolor.

Si las molestias son severas, se pueden recetar analgésicos orales. Eso sí: durante el proceso de recuperación es fundamental evitar la exposición al agua.

Generalmente, el tratamiento dura entre una semana y diez días, con una mejoría evidente en las primeras 48 o 72 horas. En todo caso, aunque te sientas mejor, es imprescindible completar el ciclo para no recaer.

Prevención: cómo evitar la otitis externa en nadadores

Aquí está la parte más práctica: prevenir es mucho más sencillo que tratar. ¿Qué funciona mejor?
Secar bien los oídos después de nadar —inclinando la cabeza hacia los lados y usando una toalla suave—, evitar introducir objetos como bastoncillos, utilizar tapones diseñados para nadadores y, en casos de tendencia a otitis recurrentes, aplicar gotas secantes recomendadas por el médico.

Un detalle curioso: muchos nadadores profesionales siempre llevan en su mochila un pequeño frasco de gotas preventivas. Es un gesto mínimo, pero les ahorra semanas de dolor y entrenamientos perdidos.

Complicaciones y cuándo acudir al médico

Aunque la mayoría de los casos se resuelven sin problemas, ignorar los síntomas puede complicar la situación. La infección puede avanzar, causar dolor persistente o incluso afectar la audición temporalmente.

Por eso, hay que estar atentos: si el dolor no mejora en un par de días, si aparece fiebre, si la secreción es abundante o huele mal, o si los episodios se repiten con frecuencia, lo mejor es acudir al especialista sin demora. Actuar a tiempo siempre hace la diferencia.

La otitis externa en nadadores puede limitar el rendimiento deportivo o estropear unas vacaciones

En conclusión

La otitis externa en nadadores es mucho más que un simple dolor de oído: puede limitar el rendimiento deportivo, interrumpir entrenamientos o estropear unas vacaciones enteras.

La buena noticia es que, con un poco de atención y medidas preventivas muy sencillas, es posible mantener los oídos sanos y disfrutar del agua sin miedo.

Al final, se trata de escuchar a nuestro cuerpo, cuidar los pequeños detalles y no dejar que algo tan molesto se normalice. Porque la salud del oído es tan importante como la de cualquier otra parte del cuerpo, y merece que la cuidemos.

Shopping Basket
Logo Mayo
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.