¿Notas una sensación de flema en la garganta que no se va? El Dr. Miguel Mayo explica sus causas más comunes, tratamientos eficaces y cómo prevenirla desde la raíz
Es una de esas situaciones cotidianas que alguna vez has experimentado con mayor o menor intensidad. Es esa sensación de flema en la garganta. Una incómoda molestia que te lleva a tragar. A toser o carraspear sin descanso. Indolora pero molesta, como si algo estuviese atascado y no terminara de irse.
Cuando se prolonga durante días, sin explicación ni causa aparente, se eleva a otra dimensión. Lo confirma el el Dr. Miguel Mayo, especialista en Otorrinolaringología, quien explica que se trata de uno de los motivos más frecuentes de consulta:
«Muchas veces el paciente llega convencido de que tiene mucosidad acumulada, pero al explorar la garganta comprobamos que apenas hay secreciones. Lo que ocurre es que la mucosa está irritada o inflamada, y el cerebro interpreta esa sensación como si hubiera flema constante».
Esa diferencia, aparentemente pequeña, cambia por completo la manera de enfocar el tratamiento. Y es que lo que llamamos «flema en la garganta» no es una enfermedad en sí, sino un síntoma que puede tener múltiples orígenes.
Causas más frecuentes de la sensación de flema en la garganta
1. Goteo nasal posterior
El goteo nasal posterior tiene lugar cuando la mucosidad que se produce en la nariz y los senos paranasales no acaba de expulsarse hacia fuera, sino que se dirige hacia la garganta. Esta casuística es típica en procesos alérgicos, sinusitis o rinitis crónicas.
¿El resultado? Una sensación constante de tener que tragar o limpiar la garganta. Según el Dr. Mayo, «cuando tratamos correctamente la causa nasal —ya sea una alergia o una inflamación crónica—, la sensación de flema en la garganta suele mejorar de forma notable».
2. Reflujo laringofaríngeo
El reflujo laringofaríngeo es, de acuerdo con nuestra experiencia, una de las causas más infradiagnosticadas. A diferencia del reflujo gastroesofágico típico, no siempre desencadena ardor en el paciente, sino que, en su lugar, puede generar tos irritativa, carraspera persistente y una percepción de mucosidad espesa en la garganta.
El tratamiento en este caso incluye ajustes dietéticos, básicamente evitar comidas copiosas o ácidas, y en algunos casos, medicación.
3. Infecciones respiratorias o irritaciones crónicas
Tras un catarro o una faringitis, no es infrecuente que aparezca una hipersecreción de mucosidad residual o una irritación leve que tarda semanas en desaparecer.
Cuando ello ocurre, la sensación de flema es pasajera, pero si se extiende en el tiempo, es muy oportuno pedir una valoración médica para descartar una causa persistente.
4. Tabaco y contaminación ambiental
El tabaco es otro de los desencadenantes de la sensación de flema en la garganta. El humo, así sea activo como pasivo, irrita la mucosa y favorece la producción de moco espeso y pegajoso.
Otro tanto puede ocurrir cuando una persona se expone a ambientes secos, con una presencia de polvo muy alta o con exposición continua a irritantes químicos.
5. Uso vocal excesivo o incorrecto
Someter a la voz a niveles de uso muy elevados puede provocar esa incómoda sensación. Profesores, cantantes, comerciales… Todos aquellos profesionales que necesitan de su voz durante largos períodos de tiempo a lo largo del día pueden sufrir tensión en la musculatura laríngea.
Esta tensión favorece la carraspera y la sensación de tener flema en la garganta. La rehabilitación vocal y los ejercicios realizados de la mano de un foniatra contribuyen a mejorar notablemente el cuadro.
6. Trastornos del tiroides o del esófago
Algunas alteraciones del tiroides o del tránsito esofágico también se manifiestan en ocasiones con una sensación de cuerpo extraño o mucosidad en la garganta. Especialmente, cuando se sucede una compresión o inflamación en la zona.
¿Es peligrosa la sensación de flema en la garganta?
Es importante señalar para responder a esta cuestión que en la mayoría de los casos no es grave. Ocurre que sí es bastante o muy incómoda en numerosos casos.
En la consulta escuchamos con frecuencia a pacientes afirmar que se levantan con la «garganta pegada» o con una necesidad permanente de carraspear para mantener una conversación, por muy trivial que sea esta. Ese pequeño gesto, además, puede agravar el cuadro al irritar aún más la mucosa.
La recurrencia del síntoma, advierte el Dr Mayo, es crítica a la hora de identificar la gravedad del problema. Señales como ronqueras persistentes, dificultades al tragar o una tos seca sin causa evidente son síntomas a tener en cuenta.
«Si la sensación de flema en la garganta se prolonga durante tres o cuatro semanas, es importante realizar una exploración laringoscópica -señala-. De esa forma descartaremos una inflamación crónica o alguna lesión que precise de un tratamiento específico».
Y es que, aunque la mayoría de los casos son benignos, hay veces en que la flema es solo la punta del iceberg de un problema más profundo, como una alteración del reflujo o una infección oculta.
Cómo eliminar la sensación de flema en la garganta de forma eficaz
Lo cierto es que no existe un tratamiento único o universal. Cada paciente necesita de un enfoque adaptado a la causa que origina el síntoma. «No tratamos solo la flema —argumenta—, sino todo lo que la provoca: la respiración, la voz, la alimentación y los hábitos del día a día. Solo así conseguimos resultados duraderos».
Si la causa se deriva del goteo nasal posterior, suelen indicarse lavados con suero fisiológico, antihistamínicos o corticoides tópicos nasales. En el caso del reflujo laringofaríngeo, los otorrinos recomiendan ajustar la dieta, evitar comidas copiosas o picantes, no cenar justo antes de irse a la cama y, en casos más graves, añadir medicación antiácida.
Cuando el paciente sufre de irritación o sequedad es crítico mantener una buena hidratación. Tomar agua con frecuencia, usar humidificadores y evitar ambientes cargados o con humo ayuda a que la mucosa se recupere. Dicho esto, parece lógico pensar que dejar de fumar es probablemente la medida más efectiva para recuperar la normalidad y olvidarse de esa sensación de flema en la garganta.
Para aquellas personas que necesitan de su voz en su día a día —profesores, locutores, cantantes—, la rehabilitación vocal puede ser determinante.
Con unas cuantas sesiones de entrenamiento, son capaces de aprender a usar la voz de forma más eficiente y sin forzar, lo que en definitiva atenúa la sensación de flema y la necesidad de carraspear constantemente.
Cuando se sigue un tratamiento personalizado, el resultado suele ser muy satisfactorio: la garganta se despeja, la voz se siente más limpia y el bienestar general mejora de manera evidente.
Cómo prevenir la sensación de flema en la garganta
Con frecuencia, la prevención es un camino más sencillo de lo que pudiera parecer. Mantenerse bien hidratado a lo largo del día, evitar el tabaco y cuidar la higiene nasal son tres pilares básicos.
Además, conviene reducir el consumo de alimentos muy ácidos o irritantes (como el café, el chocolate o el alcohol) si se sospecha de reflujo.
El aire seco también es un enemigo silencioso. En invierno, cuando encendemos la calefacción, la mucosa se reseca con facilidad y aparecen esa tos y esa sensación de «garganta pegajosa».
Usar un humidificador o colocar un recipiente con agua cerca del radiador puede ser una solución práctica y eficaz.
Por último, aunque parezca un detalle menor, evitar carraspear continuamente es fundamental. Ese gesto, que hacemos de forma casi automática, raspa las cuerdas vocales y mantiene la irritación. Sustituirlo por un pequeño sorbo de agua o un trago de saliva puede ayudar a romper el círculo.
Cuándo acudir al otorrinolaringólogo
La sensación de flema en la garganta suele tener solución, pero hay que saber cuándo pedir ayuda profesional. Si la molestia dura más de tres semanas, si interfiere en la voz o si se acompaña de dolor, ronquera o tos persistente, lo más prudente es acudir al especialista.
En las consultas del Dr. Miguel Mayo y su equipo de otorrinolaringología —localizadas en A Coruña, Lugo y Ferrol— se realizan exploraciones completas de la nariz, la garganta y la laringe mediante técnicas endoscópicas que permiten identificar con precisión el origen del problema.
El objetivo, detallan desde el equipo, «no es solo aliviar el síntoma, sino entender por qué se produce, tratarlo y evitar que vuelva».
Comprender la causa, tratar la raíz
La sensación de flema en la garganta puede parecer un detalle sin importancia, pero quien la padece sabe bien lo molesta que resulta. En la mayoría de los casos no es grave, aunque sí puede convertirse en una compañera incómoda si no se trata correctamente.
Como concluye el Dr. Mayo, «el alivio real llega cuando comprendemos la causa y la tratamos desde la raíz. Cada garganta tiene su historia, y escucharla con atención es el primer paso para devolverle la calma».
