La rinoplastia ultrasónica es un avance que permite realizar una operación estética de nariz con mayor precisión y con un menor impacto para el paciente
El paso del tiempo ha aumentado el número de personas que se operan por motivos estéticos. Las operaciones de nariz están al orden del día en este tipo de intervenciones. Los avances técnicos han hecho posible que tengamos nuevos métodos para llevarlas a cabo, uno de ellos la rinoplastia ultrasónica.
Se trata de una de las técnicas más avanzadas en la actualidad y de las más demandadas de nuestro país. A día de hoy, la rinoplastia ultrasónica es menos agresiva, menos dolorosa y mucho más precisa que la convencional.
La rinoplastia ultrasónica está basada en la utilización de vibraciones acústicas de alta frecuencia para modelar, cortar o suavizar las estructuras óseas nasales. El bisturí piezoeléctrico es la base de esta operación, ya que es la herramienta utilizada. Esta emula las acciones de los utensilios tradicionales con microvibraciones.
Diferencias entre una rinoplastia ultrasónica y tradicional
Aunque ambas tienen el mismo objetivo, la rinoplastia ultrasónica se antoja menos agresiva con el paciente. Por otro lado, se trata de un procedimiento más preciso con lo que se limitan enormemente los posibles daños a los tejidos frágiles que rodean los huesos.
Al poder tratar el hueso con una mayor precisión se consigue que este no sufra pequeñas fracturas indeseadas y por tanto se acorta el tiempo de recuperación.
También es importante señalar que los hinchazones y hematomas son menores con la rinoplastia ultrasónica que con la tradicional, lo que permiten una recuperación más rápida. Todo esto provoca que las marcas visibles sean mínimas dada la capacidad milimétrica que otorgan los avances tecnológicos.
Por parte de la rinoplastia tradicional, esta suele utilizar un escoplo para realizar pequeñas fracturas para cincelar como se desee el hueso. El problema de este procedimiento es que existe riesgo de que el hueso se fracture en una dirección o zona incorrecta, o de manera no tan precisa.

Duración de la rinoplastia ultrasónica y su postoperatorio
La duración de la rinoplastia ultrasónica puede variar en función de la forma de la nariz del paciente y el resultado que se desee conseguir. Suele realizarse mediante una pequeña incisión en la parte inferior de la nariz, que termina por no ser visible para el ojo humano a los 2 o 3 meses.
Tras terminar la operación, el paciente deberá permanecer un par de horas en el centro hospitalario para recuperarse de la anestesia para luego poder volver a su domicilio. Posteriormente, el tiempo estimado hasta que se le retire la férula es de 7 días. En algunos casos, es necesario colocar tapones en los orificios nasales, pero estos serán retirados normalmente a las 48 horas.
Durante el tiempo que el paciente lleve la férula tras someterse a la rinoplastia ultrasónica deberá tomar antibióticos para prevenir una infección, así como realizar suaves lavados con suero fisiológico.
Pasado este periodo, el paciente podrá volver a su vida normal, aunque se recomienda no hacer ejercicio intenso durante las 3 primeras semanas y evitar aquellas actividades que pueden suponer un riesgo para la integridad física de la persona.
Los resultados de la rinoplastia ultrasónica se podrán ir viendo desde que se quite la férula, aunque los cambios se irán viendo de manera paulatina hasta los 12 meses después de la operación. Es normal que el paciente se vea la nariz más ancha de lo normal debido a la inflamación, esto también irá disminuyendo con el paso del tiempo.
Mejora estética y funcional con la rinoseptoplastia
Existe una operación que une el fin estético de la rinoplastia ultrasónica junto con la mejora respiratoria que te ofrece la septoplastia, la rinoseptoplastia.
La septoplastia busca solucionar los problemas respiratorios a través de la corrección y enderezamiento del tabique nasal. Un tabique desviado puede llegar a obstruir una parte de la nariz y dificultar significativamente la entrada y salida de aire. Esto puede empeorar la calidad de vida los pacientes.
Con la rinoseptoplastia se busca acabar con el problema estético y el respiratorio a la vez, ya que en la misma operación se realizará la rinoplastia ultrasónica y la septoplastia. En ella, se enderezará el tabique nasal mientras se retocan con fines estéticos el resto de huesos de la nariz.
Esta operación suele tener una mayor duración que la rinoplastia simple. Tras la cirugía, se inmovilizará la zona con una férula, con la que también se busca reforzar la nueva forma de la nariz. El postoperatorio es muy similar al de la rinoplastia ultrasónica ya que los tiempos de recuperación son similares en ambos casos.
Algunas de las secuelas que podemos encontrarnos tras someternos a esta operación son: hemorragias nasales leves, infecciones, dolor o hematomas alrededor de los ojos.
La importancia de un buen especialista
Todo aquel que quiera someterse a una rinoplastia ultrasónica deberá tener en cuenta la necesidad de acudir a un profesional cualificado. En este caso, tendrá que ser un Otorrinolaringólogo especialista en este tipo de operaciones estéticas y funcionales.
La experiencia y profesionalidad del especialista será muy importante desde el asesoramiento hasta el postoperatorio, con un seguimiento total y cercano de todo el procedimiento.