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Realizar ejercicios de mandíbula para acúfenos 3 veces al día puede eliminar el molesto pitido en los oídos causado por la tensión mandibular
Los acúfenos o tinnitus son un sonido persistente y molesto en forma de pitido o zumbido que solo la persona que lo padece puede oír. La tensión mandibular puede estar provocando ese molesto sonido en los oídos que no te deja descansar ni concentrarte.
Cuando el origen del problema está en una sobrecarga de los músculos mandibulares, realizar ejercicios de mandíbula para acúfenos puede reducir la sensación de zumbido en los oídos y, en la mayoría de los casos, eliminar los acúfenos por completo.
El objetivo de los ejercicios de mandíbula para acúfenos es relajar la tensión mandibular que puede estar provocando ese pitido fantasma.
En este artículo, te explicamos por qué la tensión mandibular puede hacer que te piten los oídos y te damos una guía con tres ejercicios de mandíbula para acúfenos que puedes hacer en cualquier momento y lugar.
¿Por qué la mandíbula hace que me piten los oídos?
Tal vez te preguntes por qué un problema en la mandíbula puede hacer que te piten los oídos. La respuesta está en la anatomía.
La articulación temporomandibular está situada justo delante del oído. Es la unión móvil entre la mandíbula y el hueso temporal, el hueso lateral del cráneo. En este hueso está alojado el oído interno, con la cóclea (o caracol) y el nervio auditivo.
En el caracol, las ondas sonoras se transforman en impulsos eléctricos que se transmiten a través del nervio auditivo hasta el cerebro, donde se interpretan en sonidos reconocibles.
Cuando se produce un aumento de presión en la mandíbula, los músculos que la mueven se hipertrofian, generando tensiones y espasmos que afectan a las áreas circundantes. Esto es debido a que la articulación temporomandibular (ATM) comparte conexiones anatómicas y neurológicas con el oído medio e interno:
- Músculos y ligamentos compartidos: Algunos músculos que intervienen en la masticación, como el pterigoideo lateral y el masetero, están cerca del oído. Su tensión excesiva puede generar presión sobre estructuras adyacentes.
- Conexión con el ligamento esfenomandibular y el martillo: Existe una conexión indirecta entre la ATM y la cadena de huesecillos del oído, lo que podría explicar la sensación de acúfenos cuando hay disfunción articular.
- Compresión del nervio auriculotemporal: Este nervio inerva la ATM y también lleva información sensitiva al oído, por lo que su irritación puede producir síntomas auditivos.
Cuando los acúfenos cambian de tono o intensidad al mover la mandíbula o la cabeza, es muy probable que estén causados por tensión mandibular o, tal vez, cervical.
¿Cuándo es útil realizar ejercicios de mandíbula para acúfenos?
Los ejercicios de mandíbula para acúfenos son útiles cuando el origen del sonido fantasma está en una sobrecarga de los músculos mandibulares. Este tipo de zumbidos relacionados con tensiones musculares en cabeza y cuello se conocen como acúfenos somatosensoriales.
Los acúfenos cervicales suelen derivar de un estilo de vida sedentario y una mala higiene postural, mientras que los mandibulares a menudo están relacionados con el bruxismo.
El hábito inconsciente de rechinar los dientes provoca una hiperactividad de la musculatura mandibular que hace que se hipertrofie y tensione. Los ejercicios de mandíbula para acúfenos se centran en relajar la musculatura, aliviando la presión sobre el sistema nervioso y el oído interno.
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Es recomendable realizar los ejercicios de mandíbula para acúfenos al menos dos veces al día, al levantarte por la mañana y antes de irte a dormir. No te llevará mucho tiempo, así que puedes hacerlos también en pequeños descansos del trabajo a lo largo del día. Especialmente recomendable si pasas muchas horas delante del ordenador.
7 ejercicios de mandíbula para acúfenos en menos de 5 minutos
Los ejercicios de mandíbula para acúfenos que te proponemos a continuación son sencillos pero muy efectivos. Tardarás menos de 5 minutos en completar toda la serie, por lo que puedes hacerlos en cualquier momento.
Es importante que, antes de empezar, te tomes unos segundos para concentrarte en tu respiración y relajarte en un espacio tranquilo. La primera vez, puede serte útil situarte frente a un espejo.
A continuación, te explicamos cómo realizar una serie de 7 ejercicios de mandíbula para acúfenos. Comienza siempre con boca, cuello y hombros relajados, y haz 10 repeticiones por ejercicio:
- Masaje temporal-mandibular: Coloca la base de la palma de la mano en la articulación de la mandíbula, frente a la oreja, y las yemas de los dedos en la sien. Realiza movimientos circulares ascendentes con presión moderada, sin que resulte doloroso.
- Masaje mandibular: Coloca las yemas de dos o tres dedos en el punto donde la mandíbula se une al cráneo, y realiza un masaje rotatorio lento y profundo. Este ejercicio y el anterior relajan los músculos maseteros y temporal, mejorando la circulación de la zona y aliviando la presión sobre el oído interno.
- Movilización de apertura y cierre: Con movimientos lentos y controlados, abre la boca al máximo, mantén un par de segundos, y cierra lentamente.
- Movilización de apertura controlada: Con la boca cerrada, toca la parte trasera de los dientes superiores con la punta de la lengua. Relaja la mandíbula y separa los dientes sin mover la lengua. Mantén unos segundos y repite.
- Movilización lateral: Con la boca relajada, mueve lentamente la mandíbula hacia un lado, mantén un par de segundos, y muévela hacia el lado contrario.
- Movilización anterior: Mueve la mandíbula hacia adelante y hacia atrás, de forma lenta y controlada, manteniendo cada posición un par de segundos.
- Apertura con resistencia: Ejerce presión con el pulgar bajo la barbilla mientras abres la boca y mantén tres segundos.
- Cierre con resistencia: Con la boca abierta, sujeta el mentón entre el dedo índice y pulgar. Presiona hacia abajo mientras intentas cerrar la mandíbula y mantén tres segundos.
El propósito de estos ejercicios de mandíbula para acúfenos es relajar la musculatura mandibular y mejorar la movilidad y resistencia de la articulación temporomandibular. De esta forma, se reduce la presión e injerencias sobre el oído interno que pueden estar provocando o agravando los acúfenos.
Ten en cuenta que los efectos de los ejercicios de mandíbula para acúfenos deberían notarse en unos pocos días. Si sigues escuchando un zumbido fantasma tras un par de semanas, es recomendable que visites al otorrinolaringólogo para diagnosticar correctamente la causa de tu tinnitus y buscar un tratamiento adecuado.
Tratamiento médico para acúfenos persistentes
Por lo general, los acúfenos de carácter crónico suelen estar ligados a la presbiacusia, o pérdida de audición con la edad. Es la causa más frecuente y no tiene cura, como tal.
Sí existen varias soluciones médicas y terapéuticas que, si bien no prometen eliminar los acúfenos, sí logran reducir su intensidad y su impacto en la calidad de vida del paciente.
Lo más efectivo, a día de hoy, son las terapias para enseñarle al cerebro a ignorar el zumbido de los acúfenos, de forma que el paciente deja de percibirlo. La más popular desde los años 90 es la terapia de reentrenamiento del tinnitus (TRT), basada en una combinación de terapia sonora y psicológica. La neuromodulación bimodal, por su parte, es lo último en el tratamiento del tinnitus, conjugando terapia sonora y electroestimulación.
En función de las circunstancias concretas del paciente, el otorrinolaringólogo puede recetar ciertos medicamentos para aliviar la percepción de los acúfenos mejorando la circulación sanguínea en el oído interno o reduciendo los niveles de ansiedad, ya que el estrés empeora el tinnitus.