Operación de nariz: Objetivos, técnicas y resultados

La operación de nariz por motivos estéticos se ha disparado en España a lo largo de los últimos años

La operación de nariz por motivos estéticos o funcionales es un procedimiento rápido y seguro que permite disfrutar de una nariz mejorada en menos de dos semanas tras la cirugía

Cada año crece el número de personas que deciden hacerse una operación de nariz, ya sea por un deseo de armonizar los rasgos faciales o por motivos funcionales, como mejorar la respiración.

En España, se realizan más de 16.000 rinoplastias al año. Es una de las cirugías de cosmética facial más habituales junto con la blefaroplastia (cirugía de párpados), especialmente entre la población más joven.

Lo que en el pasado se consideraba una excentricidad asociada a personajes famosos en busca de rostros de película, hoy en día se ha convertido en una práctica habitual al alcance de todos con resultados naturales y sutiles.

Una operación de nariz o rinoplastia consiste en remodelar la estructura ósea y cartilaginosa bajo la piel para modificar la forma o el tamaño de la nariz. Existen diferentes opciones en función de los objetivos de la cirugía y las expectativas del paciente, siempre bajo el asesoramiento personalizado de un buen profesional médico.

Operación de nariz: Estética y funcionalidad

La primera consideración a tener en cuenta a la hora de realizar una operación de nariz es el objetivo principal que se desea conseguir. Cada caso es único y los motivos de cada persona son íntimos y variados, pero en general se pueden destacar dos grandes motivaciones: estética y funcional.

Si se trata de modificar el tamaño o la forma de la nariz para cambiar la apariencia del rostro, estamos hablando de un procedimiento estético. Una operación de nariz de carácter estético puede reducir o incrementar el ancho de la nariz, cambiar la forma del puente nasal o de la punta, modificar el ángulo con el labio superior, reducir la apertura de las fosas nasales, o corregir asimetrías congénitas o causadas por un accidente, por ejemplo.

A menudo se asocia la estética con la superficialidad. Sin embargo, la cirugía cosmética está encaminada a mejorar la imagen propia del paciente. No se trata de esculpir el rostro hacia un ideal de belleza tipo, sino de corregir aspectos o disimular secuelas de lesiones o traumatismos que causan complejos en el paciente, mejorando su autoestima y confianza.

Por otro lado, una operación de nariz funcional se centra en solventar dificultades respiratorias asociadas a la estructura nasal, más allá del aspecto visual. La septoplastia es una intervención quirúrgica que corrige y endereza el tabique nasal. Esta operación mejora el flujo de aire y puede ayudar a corregir problemas como ronquidos, hemorragias nasales o dolores faciales.

En muchos casos, funcionalidad y estética van de la mano y es posible y recomendable combinar ambos aspectos en una única intervención: la rinoseptoplastia. Al tiempo que se corrige la desviación del tabique nasal, se perfila la nariz en armonía con el resto del rostro y acorde a los deseos del paciente. Contar con el asesoramiento de un profesional médico con experiencia es fundamental para garantizar que las expectativas del paciente son realistas y los resultados son satisfactorios.

Qué esperar antes y durante la cirugía

La operación de nariz, sea rinoplastia, septoplastia o rinoseptoplastia, se realiza siempre en quirófano, con un equipo médico cualificado, y requiere habitualmente de anestesia general. En ocasiones, dependiendo de las características específicas de la intervención, puede ser suficiente con anestesia local y sedación.

Antes de la operación, el doctor estudia el caso particular y ayuda al paciente a establecer unas expectativas realistas para conseguir un resultado natural y satisfactorio, habitualmente con previsualizaciones o fotografías de casos similares como apoyo visual.

En función de las circunstancias, puede recomendarse una rinoplastia abierta o cerrada. La cerrada se realiza por vía interna a través de las fosas nasales, por lo que no quedan cicatrices visibles. La abierta requiere una pequeña incisión en la piel de la parte inferior de la nariz, entre las fosas nasales, dejando una cicatriz apenas perceptible.

La operación de nariz se puede realizar a través de una rinoplastia, una septoplastia o una rinoseptoplastia

Una operación de nariz completa puede durar entre 1 y 3 horas en función de la complejidad del procedimiento. Tras aplicar la anestesia, el cirujano procede a separar la piel de la nariz, cortar y modelar el hueso y el cartílago hasta dar la forma deseada, enderezar el tabique nasal si está desviado, y redistribuir la piel sobre el soporte reformado.

Una de las técnicas más avanzadas utilizada por el Dr. Mayo es la rinoplastia ultrasónica, que se realiza con un bisturí piezoeléctrico que realiza cortes de precisión a través de vibraciones ultrasónicas. Este método ofrece una mayor precisión en el procedimiento y una experiencia menos agresiva para el paciente, acortando el tiempo de recuperación.

Rápida recuperación y un resultado duradero

Tras la intervención, el paciente recibe el alta en unas horas, una vez superados los efectos de la anestesia. Una férula protege la nueva forma de la nariz durante unos días y, ocasionalmente, puede ser necesario taponar las fosas nasales para evitar sangrados en el primer día tras la operación de nariz.

Es importante seguir las recomendaciones específicas del doctor en cuanto a cuidados postoperatorios para garantizar resultados óptimos y minimizar las molestias. En general, es habitual sentir dolor de cabeza y tener moratones e inflamación en la zona de la nariz y los ojos inmediatamente después de la cirugía. Se suelen recomendar analgésicos, reposo ligero, no tomar el sol y dormir con la cabeza en alto. Los síntomas empiezan a remitir tras las primeras 48 horas.

El resultado final de una operación de nariz no es apreciable de inmediato. Los efectos visibles de la intervención –hinchazón y hematomas– desaparecen tras dos semanas y la apariencia de la nariz va mejorando gradualmente en los meses siguientes a la cirugía. El aspecto definitivo puede tardar de seis meses a un año en asentarse.

Riesgos y garantías de la operación de nariz

Como todo procedimiento quirúrgico, la operación de nariz tiene ciertos riesgos asociados. Pueden surgir reacciones a la anestesia, infección, sangrado nasal, ruptura de pequeños vasos sanguíneos superficiales y, en ocasiones, puede ser necesaria una cirugía de revisión para corregir asimetrías y resultados indeseados.

Para reducir la posibilidad de complicaciones, es recomendable acudir a un especialista en otorrinolaringología con años de experiencia en cirugía nasal, como el doctor Miguel Mayo. La atención de un profesional de confianza ofrece mayores garantías a la hora de obtener un resultado natural en armonía con el rostro del paciente, mejorar la respiración a través de las vías nasales, y evitar la aparición de complicaciones médicas en el futuro.

Shopping Basket