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Las enfermedades paratiroideas desequilibran los niveles de calcio y fósforo e incrementan el riesgo de sufrir fracturas óseas y cálculos renales
Las paratiroides son unas pequeñas glándulas que regulan los niveles de calcio y fósforo, dos ingredientes fundamentales para mantener los huesos sanos y fuertes.
Cuando una enfermedad paratiroidea altera la función normal de las paratiroides, se genera un exceso o un déficit en las concentraciones de calcio en sangre. Esto puede derivar en casos de osteoporosis, piedras en el riñón o problemas cardiovasculares causados por depósitos de calcio.
En este artículo, te contamos todo lo que debes saber sobre las glándulas paratiroides y por qué son tan importantes para la salud.
¿Qué son las paratiroides?
Las paratiroides son cuatro pequeñas glándulas, del tamaño aproximado de una lenteja, situadas tras la glándula tiroides, en la parte central e inferior del cuello. Su número y ubicación exacta pueden variar de una persona a otra, sin que suponga un problema de salud.
A pesar de su nombre y ubicación, las paratiroides no están relacionadas con la tiroides. Ambas son glándulas endocrinas, pero la tiroides produce hormonas que regulan el metabolismo y mantienen funciones vitales básicas, mientras que las paratiroides generan una hormona que, básicamente, ayuda a regular el calcio y fósforo en nuestro cuerpo. Su nombre es parathormona (PTH).
Estos dos minerales son fundamentales en la formación de la estructura de huesos y dientes. El calcio, además, también afecta a la coagulación de la sangre y facilita la transmisión de los impulsos nerviosos, entre otras muchas funciones.
Y el fósforo interviene en la función metabólica a nivel celular, por lo que repercute en procesos como la absorción de carbohidratos y grasas o la producción de proteína para la conservación y reparación celular y tisular.
Cuando la actividad de las paratiroides se ve alterada, los niveles de calcio y fósforo en la sangre y los huesos se desequilibra. Los pacientes con enfermedades paratiroideas tienen más riesgo de sufrir fracturas óseas, cálculos renales y patologías cardiovasculares.
La función de la hormona paratiroidea
La hormona paratiroidea o parathormona (PTH) es una proteína sintetizada en las glándulas paratiroides que estimula la absorción de calcio y fósforo en los huesos, los riñones y el intestino.
El cuerpo humano necesita calcio y fósforo, son ingredientes fundamentales del esqueleto, pero no los produce de forma natural. Estos minerales se ingieren con la alimentación, se absorben en el intestino y se eliminan a través de los riñones. Es por ello que la PTH incide sobre estos órganos.
Cuando las paratiroides detectan una concentración baja de calcio en sangre, secretan PTH para aumentar la reabsorción de calcio de la sangre filtrada por el riñón. Al mismo tiempo, se reduce la reabsorción de fósforo (se elimina más en la orina). Así, se restaura el equilibrio.

La PTH también le da un empujón de efectividad a la vitamina D para incrementar la absorción de calcio de los alimentos en el intestino. Estos dos elementos también contribuyen a la remodelación ósea, para mantener la densidad y resistencia de los huesos.
A la inversa, cuando se registran niveles de calcio demasiado altos, bloquean la liberación de PTH. De esta manera, se reduce la absorción y reabsorción de calcio, regulando a la baja la concentración de este mineral en el organismo.
Si en algún momento se producen cantidades excesivas o demasiado bajas de parathormona, el desequilibrio entre el calcio y el fósforo genera enfermedades paratiroideas que pueden derivar en osteoporosis, cálculos renales o patologías cardiovasculares.
Enfermedades paratiroideas
La enfermedad paratiroidea es una alteración en el normal funcionamiento de las glándulas paratiroides, bien por exceso o déficit de producción de parathormona (PTH).
Estas son las principales enfermedades de las paratiroides:
- Hiperparatiroidismo. Es la afección más habitual de las paratiroides y ocurre cuando las glándulas secretan más PTH del que el cuerpo necesita. El hiperparatiroidismo conlleva una elevada concentración de calcio en la sangre (hipercalcemia) que provoca debilidad, fatiga, confusión, náuseas y aumento de las ganas de orinar. Puede derivar en osteoporosis y cálculos renales. Los depósitos de calcio también pueden provocar problemas cardiovasculares. En la gran mayoría de los casos, el hiperparatiroidismo está causado por un tumor benigno en una o más glándulas paratiroides y el tratamiento suele ser una cirugía mínimamente invasiva para extirpar las glándulas hiperactivas.
- Hipoparatiroidismo. Cuando las paratiroides producen menos PTH de lo debido, la concentración de calcio en sangre cae (hipocalcemia) y el paciente puede experimentar calambres musculares y hormigueos en las manos o alrededor de la boca. En el 75% de los casos, el hipoparatiroidismo se desarrolla tras la extirpación quirúrgica de una o más glándulas paratiroides o de una cirugía de tiroides. El desequilibrio se puede solucionar con suplementos de calcio y vitamina D, aunque en ciertos casos puede requerir tratamiento de reemplazo de la hormona paratiroidea.
- Tumores de paratiroides. El cáncer de paratiroides es muy poco frecuente y suele estar relacionado con antecedentes familiares o desarrollarse a consecuencia de un tratamiento con radioterapia en el cuello. Más habituales son los adenomas, tumores benignos que secretan un exceso de PTH y son la principal causa de hiperparatiroidismo. El tratamiento, en ambos casos, consiste en la extirpación quirúrgica de las paratiroides afectadas.
Los síntomas de las enfermedades paratiroideas son relativamente genéricos. Para un diagnóstico preciso, es preciso acudir a un médico especialista en otorrinolaringología para realizar pruebas diagnósticas.
Un análisis de sangre y de orina para medir los niveles de PTH y calcio dará una primera orientación sobre el estado de salud de las glándulas paratiroides. De ser preciso, el otorrinolaringólogo puede recurrir a pruebas más detalladas, como radiografías o tomografías, para estimar los posibles daños causados por una hiper- o hipocalcemia en los huesos, el corazón o los riñones.
¿Cómo cuidar de las paratiroides?
Las paratiroides están íntimamente relacionadas con los niveles de vitamina D, calcio y fósforo en nuestro cuerpo. Al igual que el yodo, fundamental para el buen funcionamiento de la tiroides, el calcio y el fósforo son minerales que el cuerpo humano no produce, por lo que deben ingerirse con los alimentos.
Vale la pena mencionar la influencia de la dieta para la tiroides y las paratiroides. En una persona sana, una alimentación variada y equilibrada es suficiente para mantener los niveles óptimos de calcio y fósforo.
En pacientes con hipoparatiroidismo, una dieta rica en calcio y baja en fósforo ayudará a controlar la actividad de las paratiroides. Se recomienda consumir lácteos, verduras de hoja verde, brócoli y cereales; y reducir los refrescos, alimentos procesados, carnes, frutos secos y cereales integrales.
En cualquier caso, las pautas de alimentación y buenos hábitos deben estar supervisadas por el especialista otorrinolaringólogo, que ofrecerá recomendaciones específicas adaptadas a las circunstancias particulares de cada paciente.


