Mocos en los oídos en adultos: Cómo corregir la disfunción tubárica

Los mocos en los oídos pueden causar dolor e indicar una posible disfunción tubárica

La acumulación crónica de mocos en los oídos y el dolor con los cambios de presión atmosféricos son habituales en buceadores y personal de aviación

Notar los oídos taponados y tener la sensación de que percibimos los sonidos amortiguados, como si estuviésemos bajo el agua, podría ser indicativo de que tenemos mocos en los oídos.

A menudo, esta sensación se produce de forma pasajera durante un resfriado o un episodio de rinitis alérgica, por ejemplo. Es muy habitual que se repita con cierta frecuencia en niños menores de 8 años, pero es menos común en adultos.

Cuando la sensación de tener mocos en los oídos persiste durante semanas, sobre todo si está acompañada de malestar o dolor ante los cambios de presión atmosférica, es probable que exista un problema en el funcionamiento de la trompa de Eustaquio, el conducto que une el oído medio con la nariz.

En este artículo, explicamos qué es la disfunción tubárica, o disfunción de la trompa de Eustaquio, cómo identificar los síntomas y cómo tratarla para eliminar los mocos en los oídos.

La conexión entre la nariz y el oído

La nariz y el oído están conectados por la trompa de Eustaquio, un canal que une el oído medio con los senos nasales en la parte posterior de la garganta.

En condiciones normales, el conducto permite el paso del aire desde la nariz para equilibrar la presión dentro del oído medio con la del exterior. Así mantiene las condiciones óptimas para que la cadena de huesecillos pueda transmitir correctamente las vibraciones de la membrana timpánica y podamos oír bien.

Los mocos en los oídos no son los de la nariz que viajan por la trompa de Eustaquio hacia el oído, sino que se producen en el oído medio y, si hay una inflamación, suele producirse un aumento de la cantidad y cambiar sus características.

Normalmente, los mocos en los oídos se drenan por la trompa auditiva hacia la parte de atrás de la garganta y se eliminan al tragar o al estornudar. Cuando hay un problema en el funcionamiento de la trompa de Eustaquio, se acumula la mucosidad en el oído.

Síntomas preocupantes de los mocos en los oídos

Cuando la trompa de Eustaquio se obstruye por una inflamación asociada a un resfriado o un episodio de alergia, las molestias suelen desaparecer a los pocos días con el resto de síntomas del resfriado y no es causa de mayor preocupación.

Sin embargo, si hay dolor intenso o si la sensación de tener mocos en los oídos persiste durante semanas, es aconsejable visitar al otorrino.

La disfunción de la trompa de Eustaquio hace que se acumulen mocos en los oídos, causando molestias que pueden ir desde sensación de presión y disminución de la capacidad auditiva, hasta percepción de zumbidos y acúfenos, ligera pérdida de equilibrio o vértigos, así como sensación de dolor o malestar con los cambios de presión atmosférica.

Ante la presencia de estos síntomas, es recomendable visitar a un especialista en otorrinolaringología, especialmente si los mocos en los oídos se secretan hacia el exterior.

Un detallado examen en el otorrinolaringólogo puede determinar el origen de los mocos en el oído

En consulta, el médico especialista puede realizar pruebas como la otomicroscopía, la timpanometría, la audiometría o la rinofibroscopia para confirmar el diagnóstico y determinar el tipo de disfunción de la trompa de Eustaquio y el tratamiento adecuado.

Tipos de disfunción tubárica

Existen tres tipos de disfunción tubárica, según la clasificación de la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL-CCC):

  • Obstructiva: La más habitual. La trompa de Eustaquio no puede ventilar y drenar el oído medio de manera correcta debido a una obstrucción causada, por ejemplo, por una congestión nasal, vegetaciones o un proceso inflamatorio o infeccioso (como una otitis media secretora u otitis serosa).
  • Baroinducida: La trompa auditiva se estrecha, obstruye o atrofia debido a la exposición reiterada a cambios agudos en la presión atmosférica. Es habitual que buceadores y personal que trabaja en aviones sufran este tipo de disfunción tubárica.
  • Patulosa: Un tipo poco común de disfunción tubárica que se produce cuando la trompa se queda anormalmente abierta.

Cómo tratar la disfunción tubárica y eliminar los mocos en los oídos

El tratamiento de la disfunción tubárica va a depender, principalmente, del grado de intensidad de los síntomas.

En un principio, se suelen pautar medicamentos descongestivos y antiinflamatorios para abrir las vías respiratorias y desbloquear las trompas de Eustaquio. En muchos casos, esto es suficiente para drenar la acumulación de mocos en los oídos y acabar con el resto de síntomas.

Ejercicios como soplar por una fosa nasal tapando la otra, o realizar lavados nasales, pueden contribuir a desobstruir las trompas auditivas, mejorando la sensación de presión y facilitando el drenaje de los mocos en el oído.

Cuando la medicación no ofrece resultados, se puede valorar la cirugía de dilatación tubárica con balón. Es un procedimiento endoscópico mínimamente invasivo. A través de la nariz, se introduce un catéter con un globo y una cámara para guiar el dispositivo por el seno nasal hacia la trompa auditiva.

Una vez en la trompa, se rellena el balón para dilatar el tejido cartilaginoso y abrir el conducto, recuperando la función de ventilación y drenaje.

En los casos de disfunción tubárica patulosa, cuando el problema no es la obstrucción, sino la apertura de la trompa de Eustaquio, el tratamiento es distinto.

En casos leves, puede resolverse con maniobras posturales (por ejemplo, agachando la cabeza entre las piernas), una mayor ingesta de líquidos, aumento de peso en pacientes con bajo peso corporal, y lavados nasales.

La miringotomía para drenar el líquido en el oído a través del tímpano es la alternativa quirúrgica más utilizada para eliminar los mocos en los oídos por disfunción tubárica patulosa.

Shopping Basket