5 ventajas de la rinoplastia con ácido hialurónico

Los resultados de la rinoplastia con ácido hilaurónico son inmediatos, pero temporales

La rinoplastia con ácido hialurónico no solo ofrece resultados instantáneos, sino que también logra sortear todos los inconvenientes de la cirugía convencional

En el pasado, la lista de opciones a las que se podía recurrir para modificar la apariencia de la nariz era extremadamente reducida. Solo existía una alternativa: la cirugía. Pero el desarrollo de nuevas técnicas, como la rinoplastia con ácido hialurónico, ha abierto las puertas de este retoque estético a todas las personas que no desean pasar por quirófano.

Esta intervención, que también recibe el nombre de rinomodelación, se basa en la inyección de materiales de relleno como el ácido hialurónico en zonas específicas de la nariz. ¿El objetivo? Disimular pequeñas asimetrías y desviaciones o contrarrestar la caída de la punta, modificando levemente la forma de la nariz para obtener los resultados deseados por los pacientes.

El alcance de este procedimiento, sin embargo, se limita a esta clase de imperfecciones. Su finalidad es meramente estética, motivo por el cual se suele llevar a cabo en clínicas estéticas. No resulta efectivo para corregir problemas estructurales más severos, como un tabique desviado, ni para mejorar la función respiratoria. En estos casos sí que es necesario recurrir a la rinoplastia tradicional, que debe ser realizada por especialistas en Otorrinolaringología como el doctor Miguel Mayo.

De todos modos, la rinoplastia con ácido hialurónico entraña una serie de ventajas muy atractivas que la han convertido en una alternativa sumamente popular entre todas las personas que prefieren evitar la cirugía.

1: Los resultados son inmediatos

La rapidez constituye, sin ninguna duda, uno de los mayores puntos fuertes de la rinoplastia con ácido hialurónico. En la rinoplastia convencional, los pacientes se ven obligados a someterse a diversas consultas y, además, deben afrontar una espera considerable para apreciar los resultados definitivos, dado que los primeros días tienen que llevar el vendaje.

En cambio, la rinoplastia con ácido hialurónico es mucho más veloz. En todos los sentidos. El procedimiento es más ágil, pues su duración tiende a rondar entre los 15 minutos y la media hora. Y los pacientes pueden lucir los resultados nada más salir de la clínica, sin tener que verse durante días con tapones ni vendajes, lo que repercute de forma instantánea en su autoestima.

2: El nivel de agresividad es menor

Y la anestesia es el claro ejemplo. En la rinoplastia con cirugía es necesario dormir al paciente, ya que se trata de una operación más larga, dolorosa y agresiva. En la rinoplastia con ácido hialurónico, en cambio, el paciente está despierto en todo momento: tan solo se aplica un anestésico tópico antes de los pinchazos para adormecer la zona.

Esto se debe a que la nueva técnica es mucho menos invasiva, puesto que no se alteran las estructuras óseas o cartilaginosas ni se dañan los tejidos circundantes. El nivel de dolor es prácticamente inexistente, y no deja cicatrices o signos visibles.

3: Se evita el postoperatorio

Otro de los grandes atractivos de la rinoplastia con ácido hialurónico es que deja fuera de la ecuación a uno de los mayores inconvenientes de la rinoplastia quirúrgica: el postoperatorio.

La recuperación tras la cirugía puede llegar a ser un proceso duro. Durante los días siguientes, el dolor y el sangrado se incorporan a la rutina del paciente, que tiene que convivir con hematomas y tapones en la nariz. La rinoplastia con ácido hialurónico es mucho más cómoda y deja atrás todas estas molestias, pues permite a las personas intervenidas hacer vida normal al instante.

A pesar de ello, el ácido produce una ligera inflamación de la zona y necesita un breve período de tiempo para fijarse por completo. Por esta razón, los especialistas suelen recomendar limitar la actividad física y dormir boca arriba los días posteriores al procedimiento.

4: No es permanente

Al igual que las monedas, esta técnica tiene dos caras. Los resultados de la rinoplastia con ácido hialurónico no son definitivos. Y en función de la persona, esto puede ser una ventaja o una desventaja.
Con el paso del tiempo, el cuerpo va reabsorbiendo el material de relleno. A los 12-18 meses del procedimiento, los efectos del ácido se habrán desvanecido y la nariz recobrará su auténtica forma.

Para algunas personas esto es algo extremadamente positivo, pues no se comprometen con los resultados de por vida. Y, a fin de cuentas, siempre pueden someterse de nuevo a este procedimiento. De hecho, hay pacientes que lo emplean como antesala a la rinoplastia, ya que les permite hacerse una idea más realista de cómo se verían.

Asimismo, en el hipotético caso de que una persona se arrepienta de haber modificado su apariencia, tan solo tendrá que esperar unos meses para volver a recuperar la forma original de su nariz.

5: El coste es más económico

La última de las ventajas de la rinoplastia con ácido hialurónico no es una cuestión menor: afecta directamente a la cartera.

En las cirugías hay que afrontar diversos costes: el quirófano, el anestesista, el cirujano, las consultas previas y las revisiones… Un cúmulo de factores que van incrementando considerablemente el precio final.

La rinoplastia con ácido hialurónico es un procedimiento más sencillo en el que hay menos profesionales implicados. En consecuencia, el precio es más reducido, convirtiéndose en una opción asequible para más bolsillos. Teniendo en mente, eso sí, que no es una inversión para toda la vida, pues los resultados son temporales.

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