Cómo reconocer los síntomas de la faringitis crónica

El dolor de garganta, la dificultad para tragar y la tos irritativa son los principales síntomas de la faringitis crónica

Los síntomas de la faringitis crónica incluyen dolor de garganta, sequedad, dificultad para tragar y tos irritativa

Las molestias de garganta puntuales son un mal común al que estamos acostumbrados, sobre todo cuando tenemos gripe o catarro. Pero, ¿sabrías reconocer los síntomas de la faringitis crónica?

Cuando el dolor de garganta se convierte en una constante a lo largo del año, puede ser indicativo de un problema de salud más grave que un simple resfriado.

Por ello, es importante prestar atención a los síntomas de la faringitis crónica y acudir a un médico especialista en otorrinolaringología para una revisión y diagnóstico del problema que puede estar causando esta inflamación persistente de la faringe.

Principales síntomas de la faringitis crónica

La faringitis crónica es una inflamación de la mucosa que recubre la faringe y que persiste en el tiempo durante meses o incluso años.

Los principales síntomas de la faringitis crónica, los que se presentan de forma habitual, son los siguientes:

  • Dolor de garganta: Suele ser más intenso por la mañana, ya que la mucosa faríngea se reseca durante las horas de sueño sin beber y, más aún, si tendemos a respirar por la boca mientras dormimos. Cuando más reseca e irritada esté la mucosa, más punzante es la sensación de dolor y más se agravan el resto de síntomas.
  • Dificultad para tragar: La comida y la bebida pasan por los tejidos de la faringe, los cuales se contraen para dirigir al bolo alimenticio en su camino hacia el esófago y el estómago. Cuando la mucosa faríngea está irritada, dificulta esta tarea y todo movimiento resulta doloroso, incluso al tragar saliva.
  • Sensación de sequedad e irritación: La sensación de sequedad y picor es uno de los síntomas de la faringitis crónica más común. Los pacientes tienden a tener sensación de sed a menudo, tragan saliva de forma inconsciente para tratar de aliviarla o recurren a un caramelo. Esta última opción no es una buena solución ya que, aunque puede causar una sensación de alivio momentáneo, el azúcar reseca las mucosas.
  • Carraspeo y tos irritativa: La tos seca, sin expectoración, es muy característica de la faringitis crónica. En ocasiones, hasta el aire que respiramos parece cosquillear en la garganta y se tiende a carraspear para tratar de aliviar la incomodidad. De nuevo, mala idea. El carraspeo irrita todavía más los tejidos de la faringe, agravando los síntomas de la faringitis crónica.
  • Sensación de cuerpo extraño: No siempre, pero en muchos casos, sobre todo cuando la inflamación es bastante severa, provoca la sensación de tener algo atascado en la garganta.

Además de los síntomas de la faringitis crónica que hemos descrito, el otorrinolaringólogo puede observar en consulta la situación de los tejidos de la faringe. Suelen estar enrojecidos y, dependiendo del caso, pueden presentar secreciones, engrosamientos o atrofia.

Síntomas de la faringitis crónica persistente y recurrente

Como hemos comentado, una de las características distintivas de la faringitis crónica es la duración de los síntomas. Se trata de una dolencia que acompaña al paciente durante más de unas pocas semanas, pudiendo llegar a durar años. Sin embargo, los síntomas de la faringitis crónica no siempre se comportan de la misma manera:

  • Faringitis persistente: Si la inflamación es persistente, los síntomas de la faringitis crónica suelen aparecer de forma gradual y agravarse paulatinamente con el tiempo.
  • Faringitis recurrente: Si la irritación es recurrente, los síntomas de la faringitis crónica tienden a presentarse de forma más o menos súbita y, tras un período de mejoría, reaparecen de forma periódica.

Cabe notar que los síntomas de la faringitis crónica están concentrados en el área de la garganta. Al contrario que ocurre con los episodios agudos asociados a resfriados e infecciones, la faringitis crónica no suele provocar fiebre ni malestar generalizado.

Por cierto, si también has perdido la voz, probablemente no sea faringitis. Cuando coinciden dolor de garganta y afonía, suele ser indicativo de problemas en la laringe, donde se alojan las cuerdas vocales.

En general, las molestias en la garganta son un mal común al que nos acostumbramos cada temporada otoño-invierno, cuando se vuelven más frecuentes debido a los cambios bruscos de temperatura. Pero cuando los síntomas de la faringitis crónica persisten, pueden indicar un problema de salud importante.

Por qué se produce la faringitis crónica

La faringitis crónica se produce cuando la mucosa que recubre la faringe se inflama, habitualmente por la exposición sostenida a sustancias irritantes.

La tos seca es uno de los síntomas de la faringitis crónica, cuya principal causa evitable es el tabaco

En el caso de la faringitis aguda, esta suele estar causada por una infección vírica o bacteriana y se resuelve en unas semanas. Por el contrario, la faringitis crónica puede durar meses o años, especialmente si la causa de la irritación sigue presente y no se toman medidas para tratar la dolencia.

La principal causa evitable de la faringitis crónica es el tabaco y es que, pese a que las cifras van bajando, el 36,8% de los españoles todavía fuma a diario. La constante exposición al humo del cigarrillo y los tóxicos que contiene irritan la mucosa de la faringe, debilitándola más y más con el paso del tiempo.

Lo mismo ocurre con la contaminación atmosférica, el humo de los vehículos de combustión o los tóxicos industriales. La diferencia es que, en estos casos, son exposiciones puntuales, de bajo nivel o indirectas, a través de mascarillas de protección, por lo que rara vez causan lesiones crónicas.

En ocasiones, la faringitis crónica es consecuencia de una enfermedad subyacente, como la rinitis o rinosinusitis crónicas, que causan una presencia constante de mucosidad en la faringe. También puede ser consecuencia de una infección por estreptococo o micoplasma que no se ha curado apropiadamente con el tratamiento antibiótico, o por extensión de una amigdalitis recurrente o enfermedades bucales.

Como la faringe conecta tanto las vías respiratorias como las digestivas, otra de las causas habituales de la faringitis crónica es el reflujo faringolaríngeo, que provoca que los ácidos estomacales alcancen la mucosa faríngea.

Hay muchas otras patologías que pueden provocar problemas en la faringe, como hipotiroidismo, alergias, diabetes, ácido úrico, cambios hormonales, enfermedades autoinmunes…

Un buen otorrinolaringólogo evaluará la situación específica del paciente y, de ser necesario, recomendará la consultación con los especialistas médicos que corresponda en cada caso particular.

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