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Muchas personas viven con dolor de garganta y ronquera sin saber que la faringitis crónica tiene cura o, al menos, un alivio de los síntomas
Dependiendo de las causas tras la inflamación de garganta, la faringitis crónica tiene cura, ya sea de forma permanente o, como mínimo, con un alivio de los síntomas importante, reduciendo su frecuencia e intensidad.
Puede parecer que una enfermedad crónica es, por definición, incurable. Pero no es del todo así. En medicina, distinguimos las afecciones agudas, que se presentan de forma repentina y se solucionan en pocos días o semanas con el tratamiento adecuado; de las crónicas, cuando los síntomas persisten más allá de tres meses.
Las faringitis agudas suelen estar relacionadas con resfriados o irritaciones puntuales por exposición a humos o contaminantes. Cuando los síntomas se cronifican, es esencial determinar la causa para averiguar si la faringitis crónica tiene cura y seleccionar las opciones de tratamiento más efectivas.
Diagnóstico de precisión
El dolor de garganta constante o recurrente, con disfonía o ronquera, es un problema de salud que no siempre se diagnostica y trata como debe.
Muchas personas conviven con los síntomas sin saber que, en ocasiones, la faringitis crónica tiene cura porque está causada por enfermedades subyacentes que son tratables.
Las causas tras una inflamación de garganta persistente pueden ser muy variadas, como explicamos en este artículo sobre la faringitis crónica. Para saber si la faringitis crónica tiene cura, es esencial realizar un diagnóstico completo para dar con el origen del problema.
En la consulta de otorrinolaringología, el diagnóstico suele comenzar con una exploración visual de la faringe con un nasofibroscopio y una exhaustiva entrevista clínica para evaluar las circunstancias personales del paciente y sus hábitos de vida.
No hay que olvidar que el principal factor causante de daños en la faringe es el tabaco, seguido de un mal uso de la voz, especialmente en profesionales que trabajan a diario con ella, como cantantes, actores o profesores.
Otros sospechosos habituales de causar faringitis crónica son el reflujo faringolaríngeo, una infección bacteriana mal curada o afecciones nasales que dificultan la respiración. En función de cuál sea la causa subyacente, se barajan distintas opciones de tratamiento, a veces en colaboración con otros especialistas médicos.
Tratamiento farmacológico
En un principio, el objetivo del tratamiento farmacológico es aliviar los síntomas de la faringitis crónica. Especialmente, cuando hay dolor y dificultad para tragar.
En estos casos, es habitual recomendar el uso de analgésicos y antiinflamatorios para controlar el dolor y calmar la irritación de la mucosa de la faringe. Es importante destacar que el objetivo de este tipo de medicación es un alivio puntual de síntomas especialmente molestos, no como tratamiento crónico.
A partir de ahí, se abre un abanico de posibilidades farmacológicas asociadas a las posibles patologías causantes de la faringitis.

Cuando la faringitis crónica tiene cura porque está causada por una infección bacteriana persistente, normalmente estreptococo, el otorrinolaringólogo pautará un tratamiento personalizado con antibióticos.
Los protectores gástricos y antiácidos, así como los inhibidores de la bomba de protones en algunos casos, son útiles para controlar el reflujo faringolaríngeo y evitar que los jugos gástricos irriten la mucosa de la faringe.
Del mismo modo, los antihistamínicos pueden ser beneficiosos cuando la faringitis está causada por algún tipo de alergia que irrita las mucosas.
Cabe recordar que no es recomendable tomar medicación sin supervisión médica y, especialmente, sin un diagnóstico claro de la causa tras la faringitis crónica.
Cirugía para la faringitis crónica
En casos puntuales, la faringitis crónica tiene cura quirúrgica. Nos referimos, de nuevo, a situaciones en las que la inflamación persistente de la mucosa faríngea es consecuencia directa de otra afección médica con una solución quirúrgica.
Por un lado, están las inflamaciones crónicas en áreas próximas que se terminan extendiendo a la garganta. Destacan, en esta área, la inflamación de las amígdalas y las vegetaciones, sobre todo en niños. En estos casos, una amigdalectomía o una adenoidectomía para extirpar estos tejidos también soluciona la faringitis relacionada.
Por otro lado, toda patología que obstruya la respiración nasal puede acabar causando una faringitis crónica al favorecer la respiración bucal, que tiende a resecar e irritar la mucosa faríngea. Es el caso de un tabique nasal desviado, corregible con una operación de nariz, o la presencia de pólipos nasales, que se pueden extirpar con cirugía.
La rinosinusitis crónica, además de dificultar la respiración por la nariz, también provoca el goteo constante de moco por la garganta, lo que contribuye a irritar la mucosa y desarrollar faringitis crónica. Una operación de sinusitis para limpiar los senos paranasales puede solucionar ambos problemas.
Medidas de prevención y alivio sintomático
¿La faringitis crónica tiene cura siempre? No. Cuando no hay una causa específica que esté desencadenando la faringitis o las soluciones anteriores no funcionan, el tratamiento se centra en reducir los síntomas hasta que no suponen una molestia y prevenir su reaparición.
Para el alivio de los síntomas, se recomiendan los lavados y nebulizaciones con suero fisiológico, así como mantener una buena hidratación. Combinarlo con sialogogos (sustancias que favorecen la producción de saliva) o con ácido hialurónico es una buena opción.
Para prevenir recaídas, es fundamental, en primer lugar, evitar el tabaco y el alcohol. A partir de ahí, es conveniente eludir también los ambientes secos y fríos, los contaminantes ambientales, aires acondicionados…
La terapia de rehabilitación vocal es especialmente interesante para aquellos pacientes con faringitis derivada de un uso excesivo e inadecuado de la voz.
En general, la salud de la faringe se beneficia de un estilo de vida saludable y un buen control del estrés, ya que un alto nivel de estrés puede desencadenar y agravar la faringitis crónica.
Si tienes un dolor de garganta que no acaba de curarse o que regresa constantemente, ponte en manos de tu otorrinolaringólogo de confianza para tratarlo. Recuerda que, en muchos casos, la faringitis crónica tiene cura o, como mínimo, una solución a los síntomas más molestos.