Rinitis del embarazo: 6 preguntas y respuestas

La rinitis del embarazo afecta a una de cada cinco gestantes, sobre todo a partir del segundo trimestre

La rinitis del embarazo afecta a una de cada cinco embarazadas y está relacionada con los cambios hormonales que sufre el cuerpo durante la gestación

La rinitis del embarazo es una de las molestias más comunes asociadas a la gestación. Es un tipo de rinitis no alérgica que padecen una de cada cinco mujeres durante el embarazo, según datos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

El moqueo constante, la congestión nasal, la tos y los estornudos son inconvenientes que dificultan el descanso de la madre. Al producirse durante el período de gestación, es habitual que surjan dudas sobre los efectos que la rinitis del embarazo puede tener en el desarrollo del bebé.

En este artículo, damos respuesta a seis preguntas habituales sobre la rinitis del embarazo.

1. ¿Qué es la rinitis del embarazo?

La rinitis del embarazo es una inflamación de la mucosa de las fosas nasales que se produce durante la preñez a consecuencia de los cambios fisiológicos y hormonales asociados a la gestación.

Los síntomas habituales de la rinitis del embarazo incluyen congestión nasal, abundancia de mucosidad que tiende a ser acuosa y puede gotear por la garganta, y estornudos frecuentes. En algunos casos, puede provocar también tos, picor nasal o disminución del olfato.

Aunque sus efectos son muy similares a los síntomas de la rinitis alérgica común en la población general, la rinitis del embarazo no se produce por una alergia, sino que está directamente relacionada con el proceso de gestación.

El consenso médico es que la rinitis del embarazo se produce por un aumento de la vascularización de la zona nasal durante el período de gestación. Esto agranda los cornetes nasales e irrita la mucosa, provocando congestión e inflamación localizada.

Al mismo tiempo, el aumento en los niveles de estrógeno y otras hormonas durante el embarazo favorece una mayor secreción de mucosidad.

2. ¿Es peligrosa la rinitis gestacional para el bebé?

La rinitis del embarazo, o gestacional, no es peligrosa para la salud del bebé ni para la madre. Si los síntomas son graves, sí puede afectar negativamente a la calidad de vida de la madre y, en particular, perturbar su descanso nocturno.

En casos puntuales, la rinitis y la ganancia de peso durante el embarazo pueden causar ronquidos y apneas del sueño. Esta patología está asociada con problemas de hipertensión y preeclampsia. Sin embargo, en los estudios realizados hasta la fecha no se ha notado un aumento significativo del riesgo de complicaciones en embarazadas con rinitis frente a mujeres sin problemas nasales.

3. ¿En qué trimestre aparece la rinitis del embarazo?

La rinitis puede presentarse en cualquier etapa del embarazo, pero es más frecuente que los síntomas aparezcan durante el segundo trimestre, entre la semana 13 y la 22.

La experiencia es diferente para cada mujer y varía de un embarazo a otro, pero lo habitual es que los síntomas empeoren en el tercer trimestre.

4. ¿Cuánto dura la rinitis del embarazo?

La rinitis del embarazo suele durar al menos seis semanas y se resuelve al término del embarazo. La mayoría de pacientes nota una mejoría inmediata en los primeros días tras dar a luz. Los síntomas desaparecen por completo en dos o tres semanas.

Al contrario que la rinitis alérgica, la gestacional no es una rinitis crónica. Al estar asociada a los cambios hormonales propios del embarazo, remite al desaparecer la causa de origen.

Cuando los síntomas de rinitis persisten durante varias semanas tras el embarazo, o si surgen otras molestias, como cefaleas, es recomendable visitar al otorrinolaringólogo. Es posible que existe un origen alternativo de la rinitis o que, por ejemplo, la elevada secreción de mucosidad haya favorecido una infección, dando lugar a una rinosinusitis infecciosa.

Para aliviar los síntomas de la rinitis del embarazo es preferible evitar los fármacos y realizar lavados y nebulizaciones con suero fisiológico

5. ¿Puedo medicarme para la rinitis estando embarazada?

No deberías consumir medicación para la rinitis del embarazo sin supervisión médica. Existen pulverizadores para la congestión nasal de venta libre que, utilizados sin control, pueden pasar al torrente sanguíneo y causar problemas de hipertensión en la madre y taquicardia en el feto.

Por ello, ante la aparición de síntomas de rinitis, es preferible acudir a la consulta de otorrinolaringología para obtener opciones de tratamiento personalizadas a tus circunstancias, en función de tu historial médico, tu estado de salud actual, la evolución de tu embarazo y la gravedad de tus síntomas.

El otorrino puede considerar la necesidad de prescribir una pauta individualizada con antihistamínicos o fármacos nasales con corticoides. Sin embargo, en la mayoría de los casos, es suficiente con soluciones no farmacológicas para aliviar los síntomas de la rinitis y mejorar tu calidad de vida y de sueño de forma segura para ti y para el desarrollo de tu bebé.

6. ¿Cómo puedo aliviar la rinitis del embarazo sin medicación?

El tratamiento habitual de la rinitis del embarazo consiste en realizar lavados nasales con una solución salina o suero fisiológico dos o tres veces al día. Esto contribuye a desobstruir la congestión nasal y calmar la mucosa inflamada. Algunas fórmulas contienen ácido hialurónico, aportando un extra de hidratación a la mucosa irritada.

Si los lavados se realizan en frío, tras guardar el suero en la nevera, el efecto vasoconstrictor de la baja temperatura puede mejorar los resultados. Los vahos o nebulizaciones con suero también contribuyen a disminuir el edema de las mucosas y a despejar la nariz.

Por supuesto, evita el humo del tabaco y otros irritantes ambientales, como el aire muy seco o los cambios bruscos de temperatura. Y mantén una buena hidratación con agua e infusiones no demasiado calientes.

Asimismo, es altamente recomendable la actividad física regular, en intensidad adaptada a tu condición física y la evolución de tu embarazo. El ejercicio favorece la descongestión nasal.

Para mejorar el descanso nocturno, puede resultarte útil dormir con la cabeza ligeramente elevada (entre 35 y 45 grados), para evitar la acumulación de mucosidad y la congestión nasal. Para ello, puedes utilizar almohadas extra o una cuña elevadora para alzar la parte superior del colchón.

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